Esto es una historia utópica que he escrito sobre el mundo de la música. Para nada es real, ni lo será.
Érase una vez un lugar en el que a la gente, entre otras cosas, le fascinaba escuchar música. Alguien se dio cuenta de ese hecho y quiso sacar tajada, por lo que se dedicó a gestionar la distribución y venta de la música. Para poder aprovecharse de su posición y obtener beneficio, se llevaba parte de lo que ganaban los artistas.
Los artistas protestaron por llevarse parte de su dinero, a lo que él pensó: "¿Por qué en vez de que paguen los artistas mi sueldo no hago que lo paguen quienes compran sus obras?". Y dicho y hecho, subió el precio de las obras de los músicos.
Los habitantes de ese lugar tuvieron que pagar más por la música, lo que les llevó a apreciarla aún más y les obligó adquirir solamente la música que más les gustaba, ya que no se podían permitir más música.
Las ventas de música disminuyeron notablemente, al no poderse comprar la misma cantidad que antes. ¿Se perdió el interés por la música? No. La gente de ese lugar adoraba la música y muy pronto surgió la opción de prestarse música, para poder disfrutar de una gran variedad de títulos que ya no estaban tan al alcance de todo el mundo. Muchas personas se quedaban prendadas de la música que les prestaban sus amigos y finalmente también la adquirían para poder disfrutarla también siempre que quisieran. Pero ni aún así se vendía la misma cantidad de música que antaño.
Debido a que la gente era más selecta con la música que adquiría, hubo algunos artistas que vendían más que otros. Estos artistas se sentían orgullosos de su obra y luchaban cada día por crear algo nuevo con el que sorprender a sus seguidores. Y en la otra cara de la moneda, había artistas que vendían menos que antes y que sentían cierta envidia de los otros.
Estos fueron a protestarle a ese alguien que hace años irrumpió en su mundo. Él también estaba inquieto, ya que no obtenía el mismo beneficio al que se acostumbró al principio. Había intentado encontrar soluciones por su cuenta, como obligar a la gente a adquirir toda la música, aunque eso no era viable. Pero estando allí ese grupo de artistas, su mente gestó una idea. Les propuso crearle a las personas la necesidad vital de adquirir la música de esos artistas, sea como fuere. Y para llevar a cabo su idea, fue necesario gastar más dinero. No tardaron en encontrar solución a ese problema: subir el precio de toda la música. Y fruto de esta idea, surgió una relación de amistad con privilegios entre los artistas y el que vivía gracias a ellos. Ese grupo de artistas se autodenominó como "La élite".
Algo afectó a las personas, a unas más que a otras. Les sugestionaban a adquirir música de "La élite". Por todos lados se oía música de "La élite". Su música era muchísimo más accesible que la del resto de artistas. La mayoría de personas compraban música de "La élite" y muy pocos escaparon al efecto hipnótico tramado por "La élite" y siguieron adquiriendo su música preferida. Los artistas de "La élite" comenzaron a vivir por encima del resto, gracias a sus nuevos beneficios y empezaron a descuidar su labor de hacer nueva música. Pero aunque "La élite" conseguía vender mucha más música que al principio, seguía reduciéndose el total de música vendida.
Algunos artistas murieron y otros conseguían sobrevivir a malas penas, con la esperanza de tiempos mejores. Y así ocurrió. El hecho de la desaparición de algunos artistas caló hondo en algunas personas. Pese a estar hipnotizados, sentían un afecto especial hacia esos artistas; más que el que sentían hacia los artistas de "La élite". Solamente adquiriendo sus obras, esos artistas no morirían, aunque debían mantener el vínculo hacia la música de "La élite". A la misma vez encontraron una forma de compartir la música que adquirían de forma que podían escucharla cuando quisieran. De esa forma, compraban la música de sus artistas más apreciados y compartían la música que se veían incitados a adquirir de los artistas de "La élite", ya que por el elevado precio de la música, no podían pagarlo todo.
"La élite" notó que sus beneficios descendían a pesar de la fórmula que idearon hace tiempo. El que se hizo dueño de toda la música también se dio cuenta de que cada vez se vendía menos música y que sus beneficios eran cada vez menores. Juntos, descubrieron cómo la gente compartía su música. Amenazaron con tomar represalias con las personas que compartían su música, para hacer que volvieran a adquirir la música de "La élite", pero no tuvo mucho efecto. Y mientras buscaban una solución a su problema, aumentaron aún más el precio de toda la música, para intentar mantenerse en el nivel de vida al que ya se habían acostumbrado y que anhelaban superar.
La gente podía comprar aún menos música y, aunque se enemistaron con los artistas de "La élite", aún sentían la necesidad de escuchar la música de estos, sin tener claro el porqué. La cosa llegó a tal punto que algunas personas no podían permitirse comprar más música y dejaron de hacerlo. Pero otras personas, viendo su situación, seguían compartiendo con ellas la música que podían adquirir.
Los artistas que no pertenecían a "La élite" seguían muriendo. La gente no se podía permitir comprar la música de todos ellos, aunque a veces, cuando alguien la compartía, daba a conocer a estos músicos a los demás. A mucha gente le gustaba esa música nueva y que no habían oído y optaban finalmente por comprar, con lo que podían, la música de estos. Y estos artistas estaban de acuerdo con este método, ya que era su única forma de darse a conocer y de salir por delante del grueso telón de "La élite".
Por fin "La élite" encontró una solución: tomar el control de los medios que utilizaba la gente para compartir la música. Y así lo hicieron aplicándole un impuesto a todo lo que permitiera compartir música. Así, las personas tenían que pagar por compartir la música además de otras veces en las que realmente no lo hacían.
También apareció gente que quiso aprovecharse de la situación y obtener beneficio del trabajo de los artistas. Muchas personas estaban en contra de comprarles la música a estos, pero otras no tenían otro remedio. Era tal la necesidad creada por "La élite" de tener su música, que se veían impulsados a comprarla así. Evidentemente, "La élite" criticó y persiguió con razón a estas personas que se aprovechaban del trabajo de los demás. Pero desgraciadamente, también metió en el mismo saco a las personas que adquirían la música de forma tradicional y que luego la compartían. Mientras, siguió aumentando el precio que debían de pagar por compartir la música.
Los artistas de "La élite" y el jefe de esta se enriquecían tanto por las ventas de música como por los impuestos por compartirla. A la misma vez, muchos artistas que no estaban en "La élite" seguían muriendo. Mucha gente ni siquiera se podía permitir el compartir la música que adquiría. Conforme pasaba el tiempo, sólo se escuchaba música de los artistas de "La élite", ya que el resto de artistas habían muerto. Y como los artistas de "La élite" habían descuidado su creatividad en pos del beneficio y la buena vida, la música que creaban, cuando no la reciclaban o reutilizaban, era muy repetitiva. Eso acabó hartando a la gente. Inexplicablemente para "La élite", dejó de tener efecto esa sensación que creaba la necesidad de adquirir y escuchar música y... se dejó de oír música.
Los integrantes de "La élite", viendo el futuro que les esperaba, pelearon entre sí, pero inevitablemente murieron unos tras otros rápidamente. Hasta que sólo quedó la persona que había llevado a la ruina a la música. A pesar de la gran fortuna amasada durante los últimos tiempos, su vida también se fue apagando...
Pero hubo algo que rompió la tristeza, la monotonía y el silencio de ese lugar desolado. Una nueva música, una nueva melodía, una nueva voz invadió un pequeño callejón en algún punto de ese mundo. Casi a la misma vez, lo mismo sucedió en otro lado. ¡Y volvió a suceder aún más lejos! Empezaron a brotar nuevos ritmos y nuevas canciones por todas partes.
A la gente le gustaba eso y empezaron a agradecer y felicitar a los nuevos músicos. Y por supuesto, querían que siguieran haciendo más música de ahora en adelante.
Sorprendentemente, la música llegaba a todas partes. Y la creatividad de los artistas era recompensada de forma unánime por todo el mundo, lo que les permitía sobrevivir, seguir creando música y transmitirla a futuros artistas.
El único superviviente de lo que fue "La élite", su creador, se arrastraba con sus últimas fuerzas para reclamar lo que creía que era suyo. Pero absolutamente nadie le dio la razón. Ya acabó una vez con la música y no lo volvería a hacer. Y mucho menos, aprovecharse de las creaciones de los demás, al igual que los que vendían la música sin pertenecerles.
Ahora las personas recompensaban a sus artistas preferidos por sus canciones si les parecía oportuno. Era voluntario. Y la cantidad aportada por cada persona solía ser ridícula comparada con lo que se pagaba antes por adquirir música. Pero era la suma de todos lo que les permitía poder seguir haciendo música.
"La élite" llegó a su fin. Los nuevos artistas vivieron creando música y recibiendo todo el apoyo posible, y la gente de aquel lugar volvió a disfrutar la música.
Érase una vez un lugar en el que a la gente, entre otras cosas, le fascinaba escuchar música. Alguien se dio cuenta de ese hecho y quiso sacar tajada, por lo que se dedicó a gestionar la distribución y venta de la música. Para poder aprovecharse de su posición y obtener beneficio, se llevaba parte de lo que ganaban los artistas.
Los artistas protestaron por llevarse parte de su dinero, a lo que él pensó: "¿Por qué en vez de que paguen los artistas mi sueldo no hago que lo paguen quienes compran sus obras?". Y dicho y hecho, subió el precio de las obras de los músicos.
Los habitantes de ese lugar tuvieron que pagar más por la música, lo que les llevó a apreciarla aún más y les obligó adquirir solamente la música que más les gustaba, ya que no se podían permitir más música.
Las ventas de música disminuyeron notablemente, al no poderse comprar la misma cantidad que antes. ¿Se perdió el interés por la música? No. La gente de ese lugar adoraba la música y muy pronto surgió la opción de prestarse música, para poder disfrutar de una gran variedad de títulos que ya no estaban tan al alcance de todo el mundo. Muchas personas se quedaban prendadas de la música que les prestaban sus amigos y finalmente también la adquirían para poder disfrutarla también siempre que quisieran. Pero ni aún así se vendía la misma cantidad de música que antaño.
Debido a que la gente era más selecta con la música que adquiría, hubo algunos artistas que vendían más que otros. Estos artistas se sentían orgullosos de su obra y luchaban cada día por crear algo nuevo con el que sorprender a sus seguidores. Y en la otra cara de la moneda, había artistas que vendían menos que antes y que sentían cierta envidia de los otros.
Estos fueron a protestarle a ese alguien que hace años irrumpió en su mundo. Él también estaba inquieto, ya que no obtenía el mismo beneficio al que se acostumbró al principio. Había intentado encontrar soluciones por su cuenta, como obligar a la gente a adquirir toda la música, aunque eso no era viable. Pero estando allí ese grupo de artistas, su mente gestó una idea. Les propuso crearle a las personas la necesidad vital de adquirir la música de esos artistas, sea como fuere. Y para llevar a cabo su idea, fue necesario gastar más dinero. No tardaron en encontrar solución a ese problema: subir el precio de toda la música. Y fruto de esta idea, surgió una relación de amistad con privilegios entre los artistas y el que vivía gracias a ellos. Ese grupo de artistas se autodenominó como "La élite".
Algo afectó a las personas, a unas más que a otras. Les sugestionaban a adquirir música de "La élite". Por todos lados se oía música de "La élite". Su música era muchísimo más accesible que la del resto de artistas. La mayoría de personas compraban música de "La élite" y muy pocos escaparon al efecto hipnótico tramado por "La élite" y siguieron adquiriendo su música preferida. Los artistas de "La élite" comenzaron a vivir por encima del resto, gracias a sus nuevos beneficios y empezaron a descuidar su labor de hacer nueva música. Pero aunque "La élite" conseguía vender mucha más música que al principio, seguía reduciéndose el total de música vendida.
Algunos artistas murieron y otros conseguían sobrevivir a malas penas, con la esperanza de tiempos mejores. Y así ocurrió. El hecho de la desaparición de algunos artistas caló hondo en algunas personas. Pese a estar hipnotizados, sentían un afecto especial hacia esos artistas; más que el que sentían hacia los artistas de "La élite". Solamente adquiriendo sus obras, esos artistas no morirían, aunque debían mantener el vínculo hacia la música de "La élite". A la misma vez encontraron una forma de compartir la música que adquirían de forma que podían escucharla cuando quisieran. De esa forma, compraban la música de sus artistas más apreciados y compartían la música que se veían incitados a adquirir de los artistas de "La élite", ya que por el elevado precio de la música, no podían pagarlo todo.
"La élite" notó que sus beneficios descendían a pesar de la fórmula que idearon hace tiempo. El que se hizo dueño de toda la música también se dio cuenta de que cada vez se vendía menos música y que sus beneficios eran cada vez menores. Juntos, descubrieron cómo la gente compartía su música. Amenazaron con tomar represalias con las personas que compartían su música, para hacer que volvieran a adquirir la música de "La élite", pero no tuvo mucho efecto. Y mientras buscaban una solución a su problema, aumentaron aún más el precio de toda la música, para intentar mantenerse en el nivel de vida al que ya se habían acostumbrado y que anhelaban superar.
La gente podía comprar aún menos música y, aunque se enemistaron con los artistas de "La élite", aún sentían la necesidad de escuchar la música de estos, sin tener claro el porqué. La cosa llegó a tal punto que algunas personas no podían permitirse comprar más música y dejaron de hacerlo. Pero otras personas, viendo su situación, seguían compartiendo con ellas la música que podían adquirir.
Los artistas que no pertenecían a "La élite" seguían muriendo. La gente no se podía permitir comprar la música de todos ellos, aunque a veces, cuando alguien la compartía, daba a conocer a estos músicos a los demás. A mucha gente le gustaba esa música nueva y que no habían oído y optaban finalmente por comprar, con lo que podían, la música de estos. Y estos artistas estaban de acuerdo con este método, ya que era su única forma de darse a conocer y de salir por delante del grueso telón de "La élite".
Por fin "La élite" encontró una solución: tomar el control de los medios que utilizaba la gente para compartir la música. Y así lo hicieron aplicándole un impuesto a todo lo que permitiera compartir música. Así, las personas tenían que pagar por compartir la música además de otras veces en las que realmente no lo hacían.
También apareció gente que quiso aprovecharse de la situación y obtener beneficio del trabajo de los artistas. Muchas personas estaban en contra de comprarles la música a estos, pero otras no tenían otro remedio. Era tal la necesidad creada por "La élite" de tener su música, que se veían impulsados a comprarla así. Evidentemente, "La élite" criticó y persiguió con razón a estas personas que se aprovechaban del trabajo de los demás. Pero desgraciadamente, también metió en el mismo saco a las personas que adquirían la música de forma tradicional y que luego la compartían. Mientras, siguió aumentando el precio que debían de pagar por compartir la música.
Los artistas de "La élite" y el jefe de esta se enriquecían tanto por las ventas de música como por los impuestos por compartirla. A la misma vez, muchos artistas que no estaban en "La élite" seguían muriendo. Mucha gente ni siquiera se podía permitir el compartir la música que adquiría. Conforme pasaba el tiempo, sólo se escuchaba música de los artistas de "La élite", ya que el resto de artistas habían muerto. Y como los artistas de "La élite" habían descuidado su creatividad en pos del beneficio y la buena vida, la música que creaban, cuando no la reciclaban o reutilizaban, era muy repetitiva. Eso acabó hartando a la gente. Inexplicablemente para "La élite", dejó de tener efecto esa sensación que creaba la necesidad de adquirir y escuchar música y... se dejó de oír música.
Los integrantes de "La élite", viendo el futuro que les esperaba, pelearon entre sí, pero inevitablemente murieron unos tras otros rápidamente. Hasta que sólo quedó la persona que había llevado a la ruina a la música. A pesar de la gran fortuna amasada durante los últimos tiempos, su vida también se fue apagando...
Pero hubo algo que rompió la tristeza, la monotonía y el silencio de ese lugar desolado. Una nueva música, una nueva melodía, una nueva voz invadió un pequeño callejón en algún punto de ese mundo. Casi a la misma vez, lo mismo sucedió en otro lado. ¡Y volvió a suceder aún más lejos! Empezaron a brotar nuevos ritmos y nuevas canciones por todas partes.
A la gente le gustaba eso y empezaron a agradecer y felicitar a los nuevos músicos. Y por supuesto, querían que siguieran haciendo más música de ahora en adelante.
Sorprendentemente, la música llegaba a todas partes. Y la creatividad de los artistas era recompensada de forma unánime por todo el mundo, lo que les permitía sobrevivir, seguir creando música y transmitirla a futuros artistas.
El único superviviente de lo que fue "La élite", su creador, se arrastraba con sus últimas fuerzas para reclamar lo que creía que era suyo. Pero absolutamente nadie le dio la razón. Ya acabó una vez con la música y no lo volvería a hacer. Y mucho menos, aprovecharse de las creaciones de los demás, al igual que los que vendían la música sin pertenecerles.
Ahora las personas recompensaban a sus artistas preferidos por sus canciones si les parecía oportuno. Era voluntario. Y la cantidad aportada por cada persona solía ser ridícula comparada con lo que se pagaba antes por adquirir música. Pero era la suma de todos lo que les permitía poder seguir haciendo música.
"La élite" llegó a su fin. Los nuevos artistas vivieron creando música y recibiendo todo el apoyo posible, y la gente de aquel lugar volvió a disfrutar la música.