jueves, agosto 30, 2007

Un mero mero...

Este video lo han emitido hoy en el programa Sé lo que hicisteis (de Lunes a Viernes de 15:25 a 16:35h en la Sexta). Es lo que le ocurrió a un reportero de Está pasando, cuando visitaba una piscifactoría.




Ah, y si no entiendes el título del post... pues haber visto Sé lo que hicisteis ;D

martes, agosto 14, 2007

Los días que Miguel Hierro jamás olvidó (4)

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Los días que Miguel Hierro jamás olvidó (4 de ¿6?)


Giré lentamente la cabeza, hasta dar con el origen de aquella situación. La señora de la mesa de al lado estaba que trinaba. Menuda cara de mosqueo tenía. Cualquiera le decía algo. Y todo porque el camarero había pasado de ella por atenderme a mi. Pensé en ir corriendo a la cocina para llamar al camarero y que la atendiera, no fuera que la pobre muriera de inanición, pero... no quería que se enfriara el chuletón de carne que tenía delante de mi. La verdad es que con todo eso de la señora, me olvidé un poco de lo que me esperaba después y pude cenar más tranquilo.

Y justo cuando me eché a la boca el último trocito de carne, el camarero me vino con una pequeña tarta. Me volvió a pedir disculpas por lo del cuchillo sucio y me comentó que la tarta era una compensación por las molestias. Menuda pinta tenía el postre... En condiciones normales, ya hubiera quedado menos de la mitad de la tarta, pero en vez de tomármela, pensé que podría compartirla más tarde con Mar. Seguro que le encantaría el detalle.

Así que echándole un poco de morro, me levanté, cogí el plato de la tarta y me dispuse a ir a mi habitación. La señora no me quitaba ojo, y mientras hacía una mueca de desprecio, dijo algo entre dientes. A lo que yo le contesté que se metiera en sus asuntos. Faltaría más que la papagaya esta me tuviera que decir lo que estaba bien y lo que estaba mal.

Pocos minutos después, estaba de vuelta en mi habitación. Metí la tarta en la mini nevera y me paré a mirar a mi alrededor. Mi maleta y algunas cosas estaban por en medio, así que aproveché parte de la espera para ordenar un poco la habitación y que pareciera más acogedora. Al poco oí unos golpecitos mágicos en la puerta de la habitación. Abrí la puerta y allí estaba Mar, la limpiadora. Estaba deslumbrante. Se había puesto un vestido oscuro con algunas transparencias en los hombros y en las piernas. Y se había soltado el pelo, que ahora caía libre por su espalda. A pesar de estar guapísima, le sobraba algo de maquillaje para mi gusto. Aunque seguramente lo llevaría para disimular los efectos de la tristeza que le suponía trabajar en el hotel.

Pensé que la noche era muy larga y que a ella le vendría bien divertirse también bailando. Ya habría tiempo después para estar a solas. Pero ella rechazó ese plan, empujándome hacia dentro de la habitación y cerrando la puerta del pasillo. Si ella quería ir más directa, no me iba a negar. Ella se encaramó a mi y me guió hasta la cama. Un pequeño empujoncito bastó para tenderme en el colchón. Pero en vez de que ella cayera sobre mi tal y como esperaba, sólo se tendió sobre mi para susurrarme sensualmente al oído: “Ponte cómodo, enseguida estaremos juntos”. “¿A dónde vas?”, le dije. “Voy a arreglarme. Dame unos minutos”, dijo con una voz sensual mientras se dirigía al pequeño cuarto de aseo. “Pero... pero si no necesitas nada más. Estás muy bien así...”, repliqué.

Antes de cerrar la puerta del aseo se asomó y dijo: “Te tengo preparada una sorpresa... Sólo has de saber esperar...”. Lejos de ponerme más cachondo aún, eso me dejó muy intrigado, e incluso había algo que no me gustaba. ¿Qué me iría a preparar esta chica? ¿Y con qué? Si no había traído ningún bolso o neceser... Estuve unos minutos dándole vueltas a la cabeza... Que si iba a preparar una baño caliente para los dos, que si me sorprendería con la lencería que llevaba puesta, que si en realidad era un tío...

Cuando abrió la puerta del aseo, pegué un salto de la cama por la tensión acumulada de esos momentos de incertidumbre. Se asomó y me regañó sutílmente: “Veo que no eres muy obediente. Cuanto más tardes en ponerte cómodo, más tardaré en salir”. Estaba perplejo y aún más intrigado. Le hice caso y me volví a recostar en la cama. Cerró la puerta del aseo y esta vez se puso a canturrear algo. Qué voz más dulce. ¿Por qué tener esta tensión? Alguien así no podría prepararme algo con mala intención o que yo no quisiera hacer. No tardé en calmarme y... ¡¡en tener sueño!! Mierda, no me podía dormir en ese momento. Aunque intentaba por todos los medios mantenerme despierto, el viaje hacia el mundo de los sueños parecía inevitable. Y así fue: me dormí.

El fuerte ruido de unos golpes me hizo pegar un salto en la cama. Tras unos instantes de intentar tomar consciencia de lo que estaba pasando, me percaté de que por la ventana entraba luz. Era de día, aunque estaba lloviendo. ¿Qué había pasado? No había ni rastro de la limpiadora, pero sí había cierto desorden en la habitación. Me fijé en mi, y aún llevaba la misma ropa que anoche. Otra tanda de golpes me sobresaltó de nuevo. “Abra la puerta”, gritó una voz grave y ronca. Se oía cómo intentaban abrir con llave desde fuera, pero al parecer, no se podía al estar mi llave puesta por dentro. “¿Quién... es?”, pregunté con voz temblorosa mientras intentaba ponerme en pie. “Policía, abra la puerta”, respondieron.

¿La policía? ¿Qué querrían de mi? Abrí la puerta y me encontré a dos personas, una de ellas apuntándome con una pistola. El otro me empujó hacia la pared, obligándome a levantar los brazos. Mientras uno me estaba registrando, el otro, acompañado por un agente de policía, entraron a la habitación y se pusieron a registrar mis cosas. Para mi sorpresa, encontraron una camisa ensangrentada dentro de mi mochila. Y para colmo de males, envolvía un cuchillo. El que estaba conmigo me esposó, mientras me decía: “Queda detenido como sospechoso de asesinato. Se procederá a tomarle declaración...”. En ese momento estaba perdido, dejé de prestar atención a lo que me decían. ¿Sospechoso de asesinato? Tampoco fui capaz de decir nada que se pudiera entender.

No daba crédito a lo que me estaba pasando en esos momentos. Me llevaban a la entrada del hotel. Fuera diluviaba. Un agente venía desde un todo terreno que había aparcado fuera. “Señor, ahora mismo no es posible llegar al pueblo. Las lluvias han provocado un desprendimiento de parte del camino”, dijo el agente. “Menuda oportunidad...”, dijo el hombre que me llevaba, “¿sabes cuándo tienen previsto reestablecerlo?”. “Está de camino un camión con piedras y arena. Si amaina, es posible que se pueda pasar en un par de horas”, respondió el agente.

Supuse que el hombre que me llevaba era un inspector de policía. “Tendremos que empezar a interrogarte aquí en el hotel, para ganar tiempo”. Volvimos a mi habitación, donde estaba el otro inspector, que era como dos o tres veces su compañero. Me sentaron en una silla, y ellos se pusieron al otro lado de la mesa, en frente de mi. Yo estaba temblando y notaba que el corazón se me iba a salir de un momento a otro. En qué se vio uno de ellos en poder tomar mis huellas. Tan pronto como lo hizo, salió de la habitación, quedándome a solas con el inspector más corpulento. No me atrevía ni a mirarle. Menos mal que no abrió la boca para decir nada, porque no sé yo cómo estaría para recibir más sobresaltos.

Al poco volvió el otro inspector, que le susurró al otro algo de que mis huellas coincidían. Parece que eso activó algún resorte en el inspector más corpulento, y fue entonces cuando clavó en mi una mirada amenazadora que no pude evitar mirar. Estuvo mirándome unos segundos, durante los que pensé de todo. Incluso vi algo curioso y gracioso en su mirada. Resulta que el hombre tenía ciertos rasgos simiescos, e incluso al enfadarse, sus ojos se quedaban algo bizcos. En otra ocasión se me podría haber escapado la risa, pero lamentablemente, no tenía ganas de reír... al menos hasta que escuché su pregunta. “¿De qué conocías a Miguel Hierro, la víctima?”.

Me quedé perplejo. Miguel Hierro soy yo. Y no estoy muerto. Y tampoco he matado a nadie. No sé, algo en mi interior me empezó a tranquilizar. Seguro que se trataba de un malentendido... ¡¡o una broma!! ¡¡Claro!! Me la han estado jugando desde que llegué. ¿Cómo iba una limpiadora buenorra a lanzarse tan directa a mi? Seguro que la acusación esta era el colofón final de la broma. El hombre me repitió la misma pregunta, más fuerte y con más rabia. Pero esa vez, no pude aguantarme la risa al ver su expresión, que estaba aún más acentuada. Terminé por dar una carcajada, ante la mirada asombrada de ambos inspectores. Pero poco me duró la risa ya que encajé un buen puñetazo en toda la cara de parte del inspector gorila. Tan fuerte me dio, que la silla en la que estaba se volcó y caí al suelo. Nota mental: Nunca te rías de alguien que sea el doble de corpulento que tú, por muy gracioso que sea.

lunes, agosto 06, 2007

Guugladas

Google es nuestro amigo, pero si buscamos cosas absurdas, puede ser traicionero. Así que mucho cuidado con lo que buscas, porque tu búsqueda puede convertirse en una Guuglada.



Antes de buscar, piensa si lo que vas a poner se lo podrías decir a alguien sin que suelte una carcajada. Ah, y recuerda que detrás de Google no hay un hombrecito que atiende todas las búsquedas. Nada de pedir consejos sentimentales.

Pero aún sabiendo eso, puedes caer y buscar una Guuglada. ¿Quieres ver ejemplos de lo que no se puede buscar? Pincha en la imagen para verlos. Algunos son divertidos.

jueves, agosto 02, 2007

Los días que Miguel Hierro jamás olvidó (3)

Los días que Miguel Hierro jamás olvidó (3 de 6)

Por fin entré a mi habitación. Armarios, tele, un aseo decente, una cama no muy grande, un sillón, una mininevera, una mesa, un par de sillas... A saber cómo sería la suite. Si llego a saber que iba a tener el planazo de esta noche, no hubiera cambiado la habitación. Maldito niño pijo...

Después de echar un vistazo por la habitación, abrí mi equipaje, pensando en qué me pondría esa noche. Menos mal que el hotel tenía una pequeña discoteca, y pensé en meter ropa de fiesta en la maleta. Precisamente la compré antes de ayer, ya que necesitaba renovar mi vestuario de arriba a abajo. Dejé encima de la cama la ropa que me iba a poner para esa noche, y me lancé al aseo para darme una ducha. Aún tenía mi ropa mojada del chaparrón que me pilló a la entrada del hotel.

Qué gusto daba eso de no tener que estar varios minutos para secarte el pelo. Antes dependía de los secadores y era un porsaco tener que estar cuidando el pelo todos los días. A parte de que tenía hambre, estaba muy ansioso por lo que vendría después de la cena. Así que, cuanto antes cenara, antes disfrutaría del postre...

Al ir a vestirme, me di cuenta de que no había quitado las etiquetas a la ropa. Un tijeretazo a cada cosa, y listo. Pero el problema llegó cuando quise ponerme una de las nuevas camisas que llevé. Las mangas estaban cosidas por dentro y no había manera de sacar los puños. Miré las otras dos camisas que tenía y tenían el mismo problema. Joder, menudo defecto de fabricación. Con un poco de maña, conseguí abrir las mangas de la camisa que me iba a poner. Las otras intentaría no ponérmelas, para poder cambiarlas en la tienda al volver.

Ya estaba hecho un pincel, así que bajé a la zona de restaurante. Algo bueno que me supuso cambiar la habitación eran las comidas gratis. Y allí tenían una mesa reservada para mi. Menudo honor. De todas maneras, yo fui el primero en llegar, así que no hubiera tenido problema en coger cualquier mesa. Pero me hacía ilusión que en la mesa hubiera un papelito con mi nombre. El camarero me trajo la carta. Me dio tiempo a pedir, antes de que fuera llegando la gente al salón del restaurante.

Mientras esperaba a que me trajeran lo mio, vi cómo llegaban. Primero, la mujer setentona que me miró mal hace un rato, cuando tropecé con el pavipijo. Después una pareja un poco mayor que yo. A continuación, la familia con los niños. Dejé de fijarme en ellos en cuanto me trajeron el pan y la bebida. Suelo gastar el pan antes de que llegue la comida. Es una costumbre que ni mi ex me pudo quitar.

De primero pedí un consomé. Aunque fuera verano, eso de ir con la ropa mojada no me había sentado bien. Necesitaba tomar algo calentito. Y tan caliente que estaba... Por no soplar la cuchara, me quemé. Encima, solté un pequeño alarido que al parecer sólo oyó la mujer mayor. Se me quedó mirando con cara de desprecio. En fin, se ve que no tenía cosas mejores que hacer la mujer. Yo ahí comiendo y ella mirando. Te retuerces de envidia por dentro porque a mi me han traído ya la comida y a ti te van a tardar un rato, ¿eeeeeh? Pues más que te lo voy a restregar. Empecé a sobreactuar mientras me tomaba el consomé, degustándolo con exageración mientras ella seguía mirando con su cara atravesada de asco. Eh, pero no fui malo, que incluso le ofrecí. Pobrecita... ¿y si se moría de hambre?

Parece que eso fue la puntilla a su paciencia, porque dejó de hacerme caso. Sin duda, el mejor consomé que había tomado en mi vida. Y no precisamente por lo bueno que estaba.

Mientras a los otros les llevaban la bebida y el pan, a mi me llegó el segundo plato, un hermoso y sabroso chuletón de carne. Me armé con tenedor y cuchillo. Y justo cuando fui a darle el primer corte, algo me frenó. ¿Qué era eso reseco que tenía el cuchillo? Aaaahg. Lo que menos me gusta de comer fuera es que a veces los cubiertos no están lo limpios que deberían estar. La señora indiscreta había llamado a un camarero, y este iba de camino, así que aproveché para comentarle lo del cuchillo. Tras ver el estado en el que estaba el cuchillo, lo envolvió en una servilleta de tela y se lo llevó a la cocina. Y al momento, el camarero me trajo otro cuchillo. Esta vez, estaba impecable. Pero en ese momento noté algo que se clavaba en mi y que incluso llegó a atraversarme.

Concurso Eurokiddies: Agosto 2007

Concurso finalizado
Puedes ver y participar en los siguientes concursos aquí

Categoría 1 - Ranking
Consiste en conseguir el mayor número de puntos EK desde el 1 al 30 de Agosto
Los 3 primeros consiguen premio:
1º)
A elegir entre un Pack+ para Prizee, un Eurocode para Eurokiddies o 4 KKitCodes para mi web
2º) Dos KKitCodes (se pueden cambiar por FindCodes, Byncodes, Pack+ y Eurocodes)
3º) Un KKitCode

Categoría 2 - Sorteo
Según los puntos conseguidos y el premio elegido, se consiguen participaciones para el sorteo, que se celebrará a principios de Agosto. El ganador puede ganar un Pack+ para Prizee o un Eurocode para Eurokiddies o 4 KKitCodes para mi web, según haya elegido al enviar su participación.

Información de Eurokiddies aquí y aquí
Traducción de Eurokiddies al español aquí
Enlace de registro

Si te interesa ganar Pack+, este mes se ponen en marcha dos concursos en mi web. Uno ya está disponible aquí. El otro estará en unos días.

Lista de participación + ranking (final)
(Actualizado a 31/Agosto a las 0:00h)
Posición ranking) ID - participaciones sorteo
Position classement) ID - participations du tirage au sort
1º KKitCodes) ID248 - 21 part. Pack+
2º Eurocode) ID7980 - 12 part. Eurocode
3º KKitCodes) ID3027 - 5 part. Pack+
4º Eurocode) ID19363 - 2 part. Pack+
---------------------------------------------
Ranking mínimo superado: Sí
Participaciones mínimas superadas: Sí

Ganadores del Ranking:
1º) ID248 -> 4 KKitCodes
2º) ID7980 -> 2 KKitCodes
3º) ID3027 -> 1 KKitCode
Los códigos ya han sido enviados mediante la mensajería privada de Eurokiddies. Si veis que no os llegan, decídmelo.

Estos son los números asignados para el sorteo y los premios elegidos por cada participante:

ID248 - Pack+) Números: 0 - 20
ID3027 - Pack+) Números: 21 - 25
ID7980 - Eurocode) Números: 26 - 37
ID19363 - Pack+) Números: 38 y 39

El número ganador será el resultado de:
[nº ONCE] MOD 40

El sorteo será el 2 de Septiembre (primer sorteo del mes)

El nº de la ONCE del 2 de Sept. fue el 12636
12636 MOD 40 = 36
El ganador es ID7980, que tiene el número 36 y gana un Eurocode. Enhorabuena.
Enviaré el Eurocode a su cuenta durante el día de hoy.

Recordad, a partir de ahora los concursos mensuales de Eurokiddies tendrán lugar en el nuevo foro, destinado a estos concursos. Se puede acceder a través de este enlace.

(Los KKitCodes se pueden cambiar por otros códigos o utilizarlos en los concursos de mi página)
Cambiarlos por otros códigos
Concurso Carrera Recreagame
Concurso Cajas Prizee


El concurso está abierto a todos mis referidos de Eurokiddies. La mecánica del concurso es acumular puntos EK. Por un lado, se ganan participaciones para el sorteo y por otro, se pelea por estar más alto en el ranking de participantes. Pero al igual que en otros meses anteriores, repito la fórmula del 80%, al ser los Pack+ un poco más caros que los Eurocodes.

Modalidad 1 - Ranking
Aquí gana quien más puntos haya conseguido gracias a la barra, bonus y clics (según el premio que haya elegido). Si ha elegido como Premio1 un Eurocode, los puntos para el ranking serán los mismos que haya conseguido en Eurokiddies. Si ha elegido como Premio1 un Pack+, los puntos para el ranking serán el 80% de los que haya conseguido en Eurokiddies. Si ha elegido los KKitCodes, los puntos de ranking serán los mismos que con los Eurocodes.

Además, el segundo y tercer clasificados ganarán KKitCodes. Los puntos de ranking para estos puestos también dependen del premio elegido.

Se tendrán en cuenta los puntos conseguidos hasta el 30 de Agosto (incluido) a las 23:59h (o hasta otro momento cercano).

Modalidad 2
Por cada 400 EK conseguidos con la barra, bonus y clics, se gana una participación para el sorteo (si se ha elegido como Premio2 un Eurocode o los KKitCodes). Y si se ha elegido un Pack+ como Premio2, se consigue una participación por cada 500 EK.

Una vez cerrado el plazo de participación, se hará un sorteo coincidiendo con el primer sorteo de la ONCE de Septiembre. Los números para el sorteo (empezando por el cero) se asignarán por orden de ID de Eurokiddies.

Este mes participarán todos en el sorteo (incluido quien haya ganado el Premio1).

Otras consideraciones

Por comodidad, utilizaré los puntos tal y como me aparecen a mi (el 25% de los conseguidos por los referidos con la barra, bonus y clics).

Los premios se entregarán utilizando la mensajería privada de Eurokiddies. Es imprescindible tenerla activada, ya que si no, no podré enviarte el código de premio.

Se ha de alcanzar un mínimo de participación entre todos para que no se cancelen las modalidades del concurso, aunque no creo que esto ocurra, porque la participación de meses anteriores supera esas cantidades. Mínimo para ranking: 2000 puntos. Mínimo para sorteo: 20 participaciones.

Para participar...
Deja un comentario en este post con lo siguiente:

Número ID de Eurokiddies
Premio 1 elegido (ranking): Pack+ o Eurocode o KKitCodes
Premio 2 elegido (sorteo): Pack+ o Eurocode o KKitCodes
*Elige bien tu premio, luego no podrás cambiar sobre la marcha
Idioma: ESP si tu idioma es español









Mucha suerte y gracias por participar. Para cualquier pregunta o duda sobre el concurso, deja un comentario.